jueves, 28 de julio de 2011

SIN NORTE

A través del sudario de lágrimas
escuché que decías mi nombre,
como un rayo en mitad de la lluvia
que rompe la noche.

Ven a mí, amigo mío, dijiste.
No camines tan cerca del borde.
El abismo es un mal consejero,
su beso te absorbe.

Te busqué entre los pliegues del alma,
por mi circo ambulante de horrores.
Como el río que baja en torrente
huyendo del monte.

De repente perdí mi camino.
No te escucho ¿Te has ido? Responde.
Voy a ciegas buscando respuestas
y nadie me oye.

Me quedé más vacío que nunca,
en un mundo de rostros sin voces,
y camino desnudo, aterrado,
sin vida ni norte.



3 comentarios:

  1. ... intenso!, que me sorprendiste con este poema!

    Narrador..
    un saludo
    emily1

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  2. Arriesgado.
    Una estructura como esa en pares es muy arriesgada y hay que tener valor para enfrentarse a ella y resolverla.
    Mi más sentido pésame, métrica impar.
    Mi enhorabuena narrador :)
    Bunbu

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  3. Como estoy seguro ya te has dado cuenta, esta estructura métrica (y acentual) está sacada del ángulo oscuro del salón de Becquer.

    Me alegro mucho que te haya gustado.

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