sábado, 8 de noviembre de 2014

LA SOMBRA

La sombra –sí, la sombra –vieja amiga,
eterna compañera del camino,
amante despreciada y dulce vino;
me besa, al mismo tiempo me castiga.

Su mundo es de nostalgia y de quimera,
de magia y emoción, de blues y jazz.
Compone sus canciones al compás
del ritmo amargo de la tensa espera.

Demonio de la niebla, de humo y fuego,
de lágrimas, cadenas, piel y espina.
Me atrapa, me tortura y me ilumina,
que tanta sombra y luz me vuelve ciego.

Me sigue silenciosa y sordomuda,
mas nunca me acompaña cuando río.
Calienta el corazón si tengo frío
e inflama mi escritura con su ayuda

Que tengo nombre sólo si me nombra,
y tengo llama sólo si me llama.
No escribo por el oro ni la fama,
mi tinta es de la sombra ¡sí, la sombra!