EL COMBATE

La vida tiene un nombre y es combate.
Vivir es enfrentarse a la derrota.
Es una lucha trágica que brota
el día en que un ser nace y se debate
contra un rival que no conoce empate.
Vivir es remendar el alma rota
con hilos de esperanza un tanto idiota
que ignora el angustioso jaque mate.

Tan sólo piden tregua las gallinas
que sienten compasión de su fortuna
y quieren escapar llorando al nido.

Si corres es peor que si caminas.
Escucha la verdad inoportuna:
la muerte tiene un nombre y es olvido.

LA LIRA DE LOS MUERTOS

Me gusta el cementerio
al celebrar la noche de difuntos.
La noche del misterio
en donde los asuntos
de vivos y de muertos corren juntos.

Beber con Azrael
las uvas aplastadas por Vassago;
el vino de Babel
con su sabor aciago
hasta apurar el cáliz con un trago.

Besar la calavera
helada y sonrïente de una dama
que ha muerto en primavera
sin conocer la llama
que enciende el corazón y el cuerpo inflama.

Los reyes tumularios
levantarán su ejército sombrío
de herejes y templarios
atados al impío
honor de las legiones del vacío.

Los vientos soplan fuerte.
Susurran los deseos más inciertos
y, con su risa inerte,
parecen ser conciertos
que lloran con la lira de los muertos.

Oculto por el monte
se intuye un sol alegre, fuego puro.
No hay muerto que lo afronte;
¡si el sol se vuelve oscuro
regresaré del suelo sucio y duro!

EL HORROR

A la patata de Amorebieta.

Patata, erizo, pincho, gallifante.
Horror de los abismos infinitos.
Los niños por la calle lanzan gritos
si cruzan su mirada horripilante.

Terrible pesadilla espeluznante
fugada del penal de los malditos.
Locura de delirios inauditos,
horrenda por detrás y por delante.

Si es libre el escultor de hacer el ganso,
también mi juicio es libre de ser duro
pues todo el que lo mira queda absorto.

Es feo con maldad y sin descanso,
más feo que un tal Picio y más oscuro;
engendro malparido de un aborto.

MENTE COLMENA

¿En dónde se anula el dolor y la pena?
¿En dónde la paz se congela y se llena?
La mente colmena … la mente colmena …

Qué gran alegría,
se acaban los celos,
hoy somos gemelos.
En esta utopía
mi mente no es mía
ni tuya tampoco.
El cuerdo y el loco
son ambos lo mismo.
No existe egoísmo,
tensión ni sofoco.

Quien pierde la vida de nuevo la estrena.
Aquí son iguales arpía y sirena.
¡Alzad vuestro canto a la mente colmena!

No es un sacrificio.
Es fácil, no duele,
mirad a la tele.
Pensar es un vicio
absurdo y ficticio.
Dejad los empeños
de artistas de sueños,
que los creadores
son siempre peores
que niños pequeños.


Escucha la calma, que ruge y resuena,
el cielo y la gloria más pura y más buena.
¡El hombre renace en la mente colmena!

SOSPECHA

Sospecho que el amor es sólo un mito.
No existe más que en cuentos infantiles.
Es sólo un espejismo, un simple rito,
un baile de apareo de mandriles.

Sospecho que el amor es sólo un grito,
la desesperación de tantos miles
que escuchan "ser impar es un delito"
y ruegan a Cupido proyectiles.

Sospecho que el amor es un engaño,
el sueño que inventara un sensiblero
que rumia su dolor por cada esquina.

Deploro al corazón por tanto daño
por ser un ciego idiota y embustero
que arrastra a las personas a la ruina.

 

PUCK

Yo vuelo entre las gotas de la espuma
de mar que se revienta contra el puerto.
Yo soy la libertad que no se esfuma,
un soplo de agua fría en el desierto.

Soy un duende
sin malicia.
Entre bromas
y coplillas
sólo busco
la alegría.

Me gusta confundir a los amantes
que viven enredados por pasiones
con juegos siempre nuevos y cambiantes
que logran complicar las relaciones.

Soy bellaco,
soy un pillo,
bullicioso,
siempre activo.
Soy el genio
de los lirios.

LA TABERNUCHA

En la tabernucha de Pepín “Cuchillos”
donde se congregan putas y haraganes
brutos y asesinos, vándalos y pillos,
siempre queda sitio para los truhanes.

Sirven un mejunje de una sucia jarra.
Es el más pedido por los parroquianos.
Su sabor es tosco, áspero y macarra;
es un verde néctar propio de villanos.

Con la voz quebrada por el aguardiente
Juana “La pinchazos” canta en la tarima
una historia antigua, de un amor hiriente,
que es al mismo tiempo precipicio y cima.

Visten negras capas bajo los sombreros
varios conjurados que hablan en voz baja.
Aunque sus modales son de caballeros
aman el sonido vil de la navaja

Juegos de borrachos, bailes y lujuria.
Gritos, juramentos, cantos, maldiciones.
Ministros, soldados, la pasma, la curia,
hacen tanto ruido como los bribones.

Un anciano loco mira, calla y calla.
El poeta triste pinta con sencillos
y mugrientos versos toda la canalla
de la tabernucha de Pepín “Cuchillos”

EL GALLO

El precio de quererte es el secreto
y yo, que he sido un pavo tan chuleta,
tan fresco, tan galán y tan veleta,
me tengo que cortar y ser discreto.

Aun vives con el novio. Lo respeto.
No puedo condenarte por tu jeta
¿o acaso habré perdido la chaveta?
Me siento, en el triángulo, un cateto.

Tu juego es tan intenso y tan cabrito
que a veces, como un tonto, lo disfruto
y, en otras, digo alguna palabrota.

Quizás estoy pagando algún delito.
El gallo del corral, altivo y bruto,
hoy vive convertido en tu mascota.