domingo, 5 de septiembre de 2010

EL MONSTRUO

Al monstruo no le aplacan, regalos ni bombones.
El monstruo se propone que bajes la cabeza,
que dobles las rodillas, que pierdas la entereza.
Tan sólo le alimenta tu sangre a borbotones.

Nosotros pretendemos vencerle con canciones,
con mesas de partidos, indultos o tibieza,
y con equidistancias, respeto y gentileza,
con limpias alianzas de civilizaciones.

El monstruo espera y ríe oculto en su escondrijo,
pues somos sus más fieles amigos y secuaces.
Con gozo se relame; la presa se suicida.

Parece que busquemos su afecto y su cobijo
y no nos damos cuenta, pues somos incapaces,
que, si no combatimos, nos quitará la vida.


3 comentarios:

  1. Un soneto perfecto de versos alejandrinos que da pie a una buena reflexión. felicidades

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  2. Este poema lo escribí en 2006, meses antes de que se firmara la tregua con el monstruo. Por desgracia, hoy vuelve a estar de actualidad.

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  3. Sí, lamentablemente es un tema y un lastre que no pierde actualidad.

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