Quiso ser flores en Japón, quimera
de mil colores, mil transformaciones.Rebelde, loca, mágica y sincera
sin doblegarse a normas ni razones
y se enfrentó a las aspas de un molino
de lógica, cinismo, realidad.
Los necios le dijeron "tu destino
es aceptar sumisa la verdad"
y construyó castillos tan ligeros
que flotan sobre nubes de algodón
dejándoles de simples embusteros.
La magia es su verdad y su razón.
Hasta intentaron convertirla en dama
y le llamaban loca y se reía.
Jamás pudieron sofocar la llama
del duende del amor y la alegría.
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