Escondida en el cajón
donde guardo la nostalgia
encontré la vieja pluma;
todavía me esperaba
despiadada, dura y fría
como el filo de una espada.
Hay momentos que parece,
más que pluma, ser guadaña
y su tinta es una mezcla
que contiene sangre y lágrimas.
Compañera de mi vida
tristemente abandonada
hoy he vuelto a recogerte
necesito tus palabras,
que las mías no me salen.
Tengo herida la garganta
por los gritos de dolor
silenciados tras la máscara.
No hay comentarios:
Publicar un comentario