Elijo ser el hombre intolerante.
No puedo tolerar a la violencia
del hombre a la mujer que la sentencia
a muerte por un credo delirante.
No tengo ni cintura ni talante.
Desprecio a quien se viste de prudencia
hipócrita y acoge la demencia
fanática con farsa dialogante.
Ya basta de aceptar lo nauseabundo,
ya basta de mimar al terrorista,
ya basta tanto apoyo a delincuentes.
Quisimos conseguir la paz del mundo
matando nuestro ser. Cuando no exista
veremos quién evita que revientes.
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