Cuando el papel en blanco te acobarde,
la virgen hechicera venza y ría,
cuando su piel de plata te derrote
y notes que el vacío te domina,
invoca al dios que imaginó las letras,
siente el poder de la palabra escrita;
que por tus venas corra fuego, música
y la verdad de la sagrada tinta.
Vuela, tus alas te transportan lejos,
donde tu propio sol será tu guía
y beberás del río de la muerte
y entenderás el ciclo de la vida.
Sal de la torre falsa del prejuicio;
hay mil historias como mil heridas
que te reclaman como el hijo al padre.
No las rechaces, siente su energía.
Si aceptas ser sincero con el folio
y desnudarte el alma de mentiras,
la musa volverá a besar tus labios
y encontrarás tu propia poesía.
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