Con un libro entre sus manos se imagina
gobernando los destinos del Japón
o volando de las selvas de Argentina
a las playas de la China
sobre el lomo de un dragón.
Ha luchado con los cuatro mosqueteros
enfrentándose a un siniestro cardenal.
Aunque a veces son borrachos, pendencieros,
vanidosos y altaneros
son amigos sin igual.
Si Don Pablos le enseñó la hipocresía,
Don Quijote le ha mostrado la virtud.
Sherezade, la mas rica fantasía,
y Romeo la energía
del amor de juventud.
Tras montar en el Nautilus, se ha marchado
de Sudáfrica hasta Costa de Marfil,
de los Andes al Cañón del Colorado,
y hasta el mítico Eldorado
bajo un río del Brasil.
El lector es un viajero diferente;
cada libro se convierte en su corcel
y galopa por los mundos de su mente
por la magia procedente
de un pedazo de papel.
Pero... ¡qué belleza de poema!. Mis felicitaciones.
ResponderEliminarEste poema se me ha resistido basante. Me alegra doblemente que te haya gustado :)
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