Aunque te creas que soy tranquilo,
fuerte, templado, firme, sereno,
muy razonable, serio, sensato,
y que mis ojos parecen hielo;
que tus abrazos no me provocan
y soy tu amigo, fiel y sincero.
No me conoces, soy muy distinto
de como piensas; sólo te miento.
Llevo en la venas vicio y pecado,
soy el amante de mar y fuego.
Vivo el momento sin ataduras,
no soy un ángel y te confieso
que mis caricias son una trampa
y de mis besos mana veneno.
No te conviene buscarme, amiga:
yo soy un hombre de carne y riesgo.
Ahora si comienzo a conocerte...
ResponderEliminarExcelente!, xq lo de Santo jamás me lo creí ;)
Besos
¡Hola! Soy nueva por aquí pero quería darte la enhorabuena por tu blog. Y muy cierto... nunca llegamos a conocer del todo a los demás.
ResponderEliminarEntre lo que uno cree ser, lo que es, lo que dice ser y lo que muestra puede haber notables diferencias... Muy bueno.
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