Princesa no te subas a mi chepa.
Si ayer te regalaba hasta mi vida,
hoy métete el amor donde te quepa.
Quien juega con tus cartas tu partida
merece ser tachado de insensato
y no soy un pringado ni un suicida.
Tu rostro de no haber partido un plato
borró de mi recuerdo el pesimismo
mas sólo fui un balón en tu zapato
lanzado a puntapiés por el abismo.
Rechazo tu poder sobre mi mente,
no debo sucumbir al fatalismo
al cálido veneno de tu fuente
al beso que me diste aquella noche
al roce de tu baile que, indecente,
danzamos en la alcoba de mi coche
mezclando nuestros cuerpos con un grito
que todo lo manchaba de derroche.
Por ti perdí el valor y estoy maldito.
Intento disfrazarlo, mas lo notas.
Por mucho que reniegue, te lo admito,
me tienes de rodillas y en pelotas.
bueno, me ha gustado el poema,creo que está bien y acertado.
ResponderEliminarUn placer leerte y saludarte
Me alegro que te haya gustado. Gracias por leer y dejar tu opinión :)
ResponderEliminaruno de los que mas me gustan hasta el momento
ResponderEliminarIntensos y fuertes versos.Me encantan,
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