Apaga, Señor, la luz,
esa luz perfecta y fríaque yo estoy hecho de sombras,
de lluvia amorosa y tibia,
del viento que se lamenta,
y de corrientes marítimas.
Apaga su brillo puro,
esa luz que no ilumina
sino que ciega a los hombres
con fórmulas, estadísticas,
certezas, leyes y dogmas
que son verdades-mentira.
Apágala te lo ruego,
déjame ser como Alicia
que no le importa perderse
en busca de maravillas
sin miedo a que los sensatos
la acusen de ser distinta.
Quiero habitar en lo oscuro,
en la bruma, la neblina,
imaginar mundos nuevos
exuberantes de vida.
Déjame soñar y vete,
apaga la luz maldita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario