Has llegado a Madrid, Babilonia glotona,
la que nunca descansa, la ciudad impaciente.
Laberinto de luces donde toda su gente
tiene fama de dura, tabernaria y burlona.
Has llegado a Madrid, carnaval de la corte.
La ciudad decadente que parió la movida.
Donde a nadie le importa cuatro duros tu vida,
a quién ames o reces, tu color o tu porte.
Márchate si eres frágil o no entiendes el juego
que Madrid es dragón y también vampiresa.
Con sus labios carnosos cuando muerde te besa.
Se te mete en el alma con su lengua de fuego.
De verdad desconozco si el destino está escrito
pero aquí serás libre de buscarlo a tu modo.
En sus calles rebeldes hallarás que hay de todo.
La hermosura brindando con lo oscuro y maldito.
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