sangrante, poderosa, desmedida,
marcada por las garras de la vida,
con esa pizca dulce de locura.
Me gustas con tu deje de amargura,
tus cicatrices por la misma herida,
con esa calma cuando estás dormida
y con tu virgen fuego de ternura.
Quizás no seas la mujer perfecta.
Te falta mucho para ser "correcta"
según el reglamento de la gente
y qué mas da si el mundo es tan idiota
que al contemplar tu magia se alborota.
Me gustas y estoy loco, soy consciente.
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