BURLÉ TU VIGILANCIA
Juraste no caer,
que nadie lograría convencerte.
Escúchame mujer,
¡yo soy tan dulce y fuerte
que no me desanima ni la muerte!
Sí, mereció la pena,
luché, vencí, crucé tu helado infierno
sin miedo a la condena.
Que soy paciente y tierno;
transformo en primavera cada invierno.
Aunque te muestras dura,
altiva con un punto de arrogancia,
tan fuerte y tan segura,
burlé tu vigilancia.
Hoy duermo a sólo un beso de distancia.
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