domingo, 30 de mayo de 2010

CONTRA LA PAZ

La paz sin libertad es cementerio
y cada sepultura la mordaza.
Construye su edificio en la amenaza
y mira con el gesto siempre serio
de un loco convenido en su criterio.
Es cuento, falsedad, hipocresía,
el beso de una amante muerta, fría,
un traje de metal, quizá de oro.
El filo de la lágrima que lloro
por tanto seguidor de la utopía.

No quieras darme paz, que no la quiero,
si tengo que pagarla con mi voz
y permitir callado la feroz
mentira que convierte el verdadero
camino de la paz en cancerbero.
No aceptaré en silencio la maldad
en nombre de la calma. ¡Despertad
de todas las canciones venenosas,
de artistas con las voces espantosas,
que quieren usurpar la libertad!


 

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