domingo, 23 de mayo de 2010

DESPEDIDA

Por Dios y por Satán, mantente lejos
que tanta compasión, amigo, quema.
Si quiero emparedarme es mi problema.
Yo soy mi circunstancia y mis complejos.

Lo siento si no vivo en tus reflejos.
Prefiero introducirme en mi dilema.
Vivir entre la angustia más extrema
y perecer de amores siempre viejos.

Apártate, me llama la penumbra
sus manos son de seda delicada
y su cantar es alto, limpio, fuerte.

No temblará mi vista que acostumbra
a disfrutar del beso de la nada,
preludio del abrazo de la muerte.


2 comentarios:

  1. Pedazo de soneto!!!, espero poder seguir leyendo cosas así.

    un saludo de lágrima_azul

    ResponderEliminar
  2. Cuanta seguridad en esta despedida.Me encantó!
    Besos

    ResponderEliminar