resistir grande, fuerte, un titan vigilante que no juega ni duerme y jamás muestra miedo al silencio perenne, todavía me asusta, todavía me escuece.
Aunque sea de piedra, una torre imponente, poderosa y altiva donde nadie me hiere, un tornado de Marte con un punto rebelde, la verdad es que sufro, la verdad es que duele.
que tañen la lira fingiendo un lamento. Prefiero a la reina malvada pirata, la loba guerrera, la bruja del cuento.
Ni busco besarte cortés en la mano, hablar hasta tarde de toda tu vida. Prefiero abrasarte en mi fuego pagano, comer tu manzana secreta y prohibida.
Bajar a la cueva, mojarme en su río, alzar mi alabarda rompiendo aquel velo. Entrar en el templo, llenar su vacío, dejar que penetre mi infierno en tu cielo.
Me aburren los planes sensatos, cabales, diseños de un mundo tranquilo y seguro. Yo soy quien domina tus sueños carnales. Un mago malvado, canalla y oscuro.
Un hombre que es una sombra y que vaga por las calles desperdiciando sus horas. Día, noche, llueva o nieve haciendo ver que no llora, que no recuerda tu nombre y tu ausencia no le importa, que la soledad le alegra y que en las noches no implora, abrazado a la almohada cuando el sueño le abandona, saborearte de nuevo y entremezclar los aromas. Camina sin rumbo alguno atrapado en la derrota. Un hombre ha perdido el juicio. Va despeinado, sus ropas son harapientos despojos. Su rostro es tristeza y cólera. Nada es eterno, repite con una mueca en la boca. La vida sólo es dolor, todo carece de lógica. Un hombre que fue poeta y hoy tan sólo es un idiota.
esa luz perfecta y fría que yo estoy hecho de sombras, de lluvia amorosa y tibia, del viento que se lamenta, y de corrientes marítimas. Apaga su brillo puro, esa luz que no ilumina sino que ciega a los hombres con fórmulas, estadísticas, certezas, leyes y dogmas que son verdades-mentira. Apágala te lo ruego, déjame ser como Alicia que no le importa perderse en busca de maravillas sin miedo a que los sensatos la acusen de ser distinta. Quiero habitar en lo oscuro, en la bruma, la neblina, imaginar mundos nuevos exuberantes de vida. Déjame soñar y vete, apaga la luz maldita.