Yo quise ser un alma
de menta y de rocío,cambiante como el río,
eterno como el mar.
Y quise ser libélula
pequeña y misteriosa,
la esencia de la rosa,
el fuego del hogar.
Volar con las luciérnagas
que habitan en dos mundos.
Bajar a los profundos
dominios de Plutón.
Reír junto al barquero
de pálida figura
sobre la barca oscura
que cruza el Aquerón.
Mas desperté de pronto
prendido por cadenas.
Me dicen que son buenas.
Las llevo por mi bien.
Me llevan ante un médico
muy serio en su escritorio.
"Qué hermoso sanatorio,
podré escapar también".
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