Cuando los días que pasamos, vuelvan
como recuerdos de facción borrosa
preguntarás ¿por qué razón rompimos?
¡Eramos jóvenes!
Eramos jóvenes, de viento y fuego.
Con tanta vida, tantas pocas luces
que nos bebimos, con un sólo trago,
todas las fuentes.
Todas las fuentes, de pasión y vino,
de noche y besos, de alegría y sexo,
nos regalamos; las tendremos siempre
...¡en la memoria!
¡Y olé por esas estrofas sáficas tan buenas...!
ResponderEliminarUn abrazo, querido amigo.