A veces lloro lágrimas de sangre,
y encuentro, entre mis sombras,
la entrada del jardín de las tinieblas.
Me calzo con orgullo la corona
antigua y siempre trágica
de espinos y de rosas
que huele a soledad,
el seductor perfume de la Moira.
Entonces desenfundo
la rabia de su vaina protectora
y escribo con mi espada
canciones a la diosa de la cólera,
hasta que me emborracho de tristeza,
como quien necesita de su droga.
A veces, sólo a veces,
los versos son mi tabla salvadora,
el fuego cauteriza las heridas,
me enfrento a la derrota,
recojo mis fragmentos,
y vuelvo a navegar la vida a solas.
ô.ô... me parece precioso... en serio.. tiene ese algo que expresa de donde proviene... tal vez no sea yo una especialista ni estudie la poesia... pero en serio disfrute la lectura del tuyo!!!
ResponderEliminarNo me extraña de que sea uno de tus poemas más leído. ¡¡¡Plassssssssss...!!! Lo aplaudo con entusiasmo.
ResponderEliminarUn abrazo